No puedo escribir. No tengo nada para decir. No tengo ganas de decir nada. Pero cómo me gustaría escribir algo lindo.
No sé, algo como:
"La vida es triste, solitaria, corta. E inútil. ¿Qué importa qué hacemos? ¿Qué logramos? ¿Cómo puede ser importante que logre algo exitoso y que todo el mundo conozca? ¿Eso me va a hacer feliz? Feliz como el resto del mundo. Como el resto de los millones y millones de personas que viven, vivieron y vivirán. Como las estrellas. ¿Qué carajo me importa que las estrellas sean felices si ya están muertas? ¿Quién carajo me conoce entre tanta carne muerta que respira, tanto ruido sin sentido, tanto deseo, tanto egoísmo, tantas mentiras, tantas pretensiones, tanta crueldad? No quiero ser parte de eso... ¡No quiero ser parte de eso! Prefiero, por mi vida, saborear la agonizante lentitud del tiempo, saborear mi muerte, ver a los crueles, ver el dolor, que reírme y apurarme en tener un auto para preocuparme por cosas que no tengan nada que ver con nada. No quiero olvidarme de que no hay nada interesante o trascendente en nuestras vidas. No quiero olvidarme de que podría hacer cualquier cosa, absolutamente cualquier cosa para jugar a ser realizadamente feliz.
No quiero olvidar que es una mentira, que hacer algo no te hace feliz. Si todo depende de tus genes. No quiero olvidarme que si yo tuviera más dopamina sería más feliz de lo que soy ahora. "
Tanta palabra para qué. ¿Para decirte, pobre lector, que me gusta estar triste porque odio la banalidad del mundo? Y de qué te sirve eso, y de qué me sirve eso a mí. Si algo hace esto es darme vergüenza.
Me gustaría escribir algo. Pero estoy tan harta. Tan cansada todo el tiempo... Ni me importa.
7 dic 2013
9 jul 2013
Citas (con) Woolf
Alone, I often
fall down into nothingness. Virginia Woolf, The Waves
I, whom
loneliness destroys, let silence fall, drop by drop. Virginia Woolf, The
Waves
I feel all
shadows of the universe multiplied deep inside my skin. Virginia Woolf, from a diary entry dated 5
November 1931.
Why is it? Why
are we all so tongue-tied and spellbound? Why do we perhaps live three streets
off and yet never meet? Where is the intimacy? Where is the warmth? I think
human beings are fundamentally crashed by a sense of their insignificance. I am
perpetually overwhelmed by realizations of this kind. And nothing matters -
nothing I say, feel, or think, truly makes a difference. Virginia Woolf, Selected
I’m fading
gracefully. The tragedy does not lie upon the fall. It lies upon the leftovers
of fatal grace. Virginia Woolf, from a diary entry dated 22 January 1933.
Why should I
be bothering myself with questions which shall eternally remain unanswered? How
queer that wave of agony; melancholy paralyzing my senses, beautifully, yet for
nothing. Virginia Woolf,
from a diaryentry dated 5 July 1919.
I see my own
worthlessness and failure so clearly; and lie gazing into the depths of the
misery of human life; and then one gets up and everything begins again and it’s
all covered up […] Virginia Woolf, Selected Letters
Is it all dust
and ashes? Virginia Woolf, from a diary entry dated 11 March
1939.
One ought to
sink to the bottom of the sea, probably, and live alone with one’s words. Virginia Woolf, A
Writer’s Diary
I don’t know
when I have suffered more; and yet why did I suffer? And what did I suffer? I
said, “I love life”; disillusion filled me: all belief fell off me.
Hopelessness broke my bones. Virginia Woolf, Selected Letters
I shall be mad
at Vita and yet she makes me feel; she inspires myriads of emotions in me. And
that alone is enough. Virginia Woolf, Selected Letters
Sitting alone
among the clean cups at the long table, she felt cut off from other people, and
able only to go on watching, asking, wondering; what does it mean then? What
can it all mean? Virginia Woolf, To The Lighthouse
I like the
still, the profound slow happiness best. Virginia Woolf, from a diarydated 20 August 1930.
Rustling among
my emotions, I found nothing better than dead leaves.Virginia Woolf, from a diary Entry dated 30 September 1926.
(y bueno... cuándo uno no sabe qué decir - en realidad cómo decir, porque siempre hay palabras - debe hacer eco de lo ajeno. ¿Tal vez en esperanza de que se haga eco de lo que no se puede decir?)
(Y no. No leí todo eso. Ojalá. Apenas si leí uno.)
(Y no. No leí todo eso. Ojalá. Apenas si leí uno.)
.:
12 jun 2013
17 may 2013
"Feeling lucky, punks?"
-Voy a llevar una
Polaroid.
-Ojalá no
hablaras en serio - Las dos mujeres hablaron sin emoción. Las dos parecían
cansadas pero no de mal humor - Nos vamos en 20. Estate lista.
-Siempre estoy
lista.
Empezaron a
juntar las pocas cosas que habían dejado por la habitación del hotel (ropa,
libros, plata). Se pusieron sus camperas y salieron por la ventana. No tardaron
mucho en alcanzar el piso (era increíble la diferencia en la vida mental, y
física, que un poco de información podía hacerles a dos cínicas borrachas), y se
camuflaron con la ciudad de noche. Era poca la gente que salía de noche en días
de semana, y la poca gente que lo hacía estaba demasiado concentrada en su inmediatez social como para notar a dos mujeres bajar desde la ventana
de un tercer piso de un hotel hasta la calle y seguir caminando.
Una prendió un
cigarrillo y le compartió a la otra.
-¿Dónde voy a
conseguir una Polaroid a esta hora?
-No vas a
conseguir nada a esta hora. Como mucho: porros, condones y cerveza. – Le
contestó cansinamente – No pensé que hablabas en serio.
-¿Por qué no
habría de sacar fotos al momento en que nuestras vidas desaparezcan si tengo la
oportunidad? No es algo que pasa seguido.
-¿Y para quién
habrías de sacarlas? Van a borrar todo lo que alguna vez existió de nosotras.
-No, si no se
enteran de la cámara.- Vio de reojo como la otra la miraba fijamente. Pensó que
su amiga era de repente siglos más vieja. Después, se dio cuenta que eso era
muy cierto.
-Son del
futuro. Saben todo.
-Tal vez no
todo pasa igual siempre. Tal vez, algo puede cambiar. Tal vez sea mi cámara,
mis fotos, y tal vez sea yo quien salve a la humanidad. – La oyó reír
amargamente, y giró la cabeza, sorprendida. Nunca la había visto reír… No
realmente.
-¿Vos? Hoy a
la mañana querías que nos fugáramos y dejáramos a la humanidad rendida a su
inefable suerte de ignorantes ególatras y estúpida felicidad. – Su amiga la
miraba sorprendida, y tardó unos segundos en reaccionar. Sonrío, asintió y rió
amargamente. Desvió la mirada hacia la gente alrededor. Y su sonrisa, la que
había quedado rezagada detrás de la amarga risa, se desvaneció y miró al piso.
-Nunca van a
saber nada. Que morimos por ellos. Miralos. Para ellos nada pasa más allá de
esa conversación, de ese bar, y del sexo que están por tener. De hecho…
¡miralos!: el eje de su existencia es
sexo. – Miró rápidamente a los ojos de su amiga y la agarró del brazo para que se
detuviera. - ¿Por qué deberíamos seguir con esto?
Le apretaba el
brazo más fuerte cada segundo, para que sus palabras la penetraran. Pero sus
ojos no decían lo mismo. Sus labios temblorosos, tampoco. Estaba por llorar. ¿Por miedo?, pensó, No. Ella no le tiene miedo a morir. No lloraría por dolor. Miró la
mano de su amiga en su brazo, tan fuerte ahora que apenas sentía otra cosa. Tiene miedo a estar sola. Le tiene miedo a
que ellos puedan ser felices en su
última noche sólo por tener sexo… ni siquiera sabrían que es su último orgasmo. La volvió a mirar a los ojos, y con el
brazo libre le sacó una lágrima de las pestañas.
-Porque
sabemos. – El resto de las lágrimas cayeron cuando cerró los ojos, absorbiendo
la respuesta.- Sabemos cómo, y por qué, quieren matarnos. Nos dijeron para que
tengamos en nuestras conciencias la obligación de sacrificarnos por los que
odiamos; porque saben que, secretamente, no los odiamos tanto y que quisiéramos
(si pudiéramos) despertarlos y así, poder compartir una humanidad. Pero también
saben, que no queremos vivir para ver eso, porque tampoco entonces seriamos
parte de la humanidad. Y ahora… yo no puedo evitar querer… Desaparecer. Ignorar, jamás ver.
Las dos se
miraron un rato. Le soltó el brazo y siguieron caminando.
-¿Por qué
estás tan segura de qu –
-No estoy
segura de nada. No creo que al sacrificarnos, salvemos a la humanidad. Pero
tampoco creo que fugándonos, nos salvemos nosotras.
-Podríamos
hacer nada. Tomar una última cerveza. Juntas…
-Podríamos –
Le dijo – Pero entonces moriríamos como ellos – Agregó señalando con la
barbilla a los que las rodeaban. La otra agachó la cabeza.
-Podríamos
morir estúpidamente felices. Nadie nos reprocharía nada.
-Creo que en
el segundo antes de morir, agonizaría con vergüenza y daría toda mi vida a
cambio del olvido, amiga.
Caminaron un
par de cuadras en silencio. Ambas sopesando lo que estaba pasando. Viendo por
primera vez la ciudad.
-Vos podrías
quedarte. No creo que nos necesiten a ambas… - Le dijo después de un rato.
Nunca la había visto llorar.
Delante de
ellas, la nave.
-Oh, no. No
sin mis fotos. – Miró a su amiga. ¿Ésto
sienten ellos? – No sin mi estúpida felicidad conmigo.
-Es mejor así
– Le dijo. Sonriendo. – Fuimos las únicas reales. Nunca existió ningún otro
humano.
Mientras
hablaban, antes de que terminaran de darse cuenta, se abrió un círculo en la
nave, como un inmenso caño de una pistola, y una luz roja, rápida y precisa,
las fulminó.
Jamás
existieron.
24 mar 2013
:
-Hola.(...) Sí. (-)
Nada más. Nada más para decir. O nada más que querer decir. Que es lo mismo, realmente. Sí, las palabras nunca alcanzan realmente para hablar. Pero todo el mundo sabe eso. Seguimos hablando porque no importa; hablamos para crear un puente de aire que nos miente diciendo que tenemos un vínculo real.
Pero las palabras mienten.
Y todo el mundo sabe eso.
Nada más. Nada más para decir. O nada más que querer decir. Que es lo mismo, realmente. Sí, las palabras nunca alcanzan realmente para hablar. Pero todo el mundo sabe eso. Seguimos hablando porque no importa; hablamos para crear un puente de aire que nos miente diciendo que tenemos un vínculo real.
Pero las palabras mienten.
Y todo el mundo sabe eso.
25 feb 2013
happiest.
El 28 de marzo de 1941, Virginia Woolf se metió al río con piedras en la ropa, luego de muchos intentos. Se creía que Virginia era maníaca-depresiva, y es esa a la enfermedad a la que se refiere en la carta que le escribió a su esposo, Leonard Woolf, antes de suicidarse.
Transcripción:
" Tuesday.
Dearest,
I feel certain that I am going mad again. I feel we can't go through another of those terrible times. And I shan't recover this time. I begin to hear voices, and I can't concentrate. So I am doing what seems the best thing to do. You have given me the greatest possible happiness. You have been in every way all that anyone could be. I don't think two people could have been happier till this terrible disease came. I can't fight any longer. I know that I am spoiling your life, that without me you could work. And you will I know. You see I can't even write this properly. I can't read. What I want to say is I owe all the happiness of my life to you. You have been entirely patient with me and incredibly good. I want to say that — everybody knows it. If anybody could have saved me it would have been you. Everything has gone from me but the certainty of your goodness. I can't go on spoiling your life any longer.
I don't think two people could have been happier than we have been.
V. "
Traducción:
" Martes.
Queridísimo,
Estoy segura que me estoy volviendo loca otra vez. Siento que no podemos atravesar otro de esos terribles momentos. Y no voy a recuperarme esta vez. Empiezo a oír voces, y no puedo concentrarme. Así que hago lo que parece ser lo mejor para hacer. Me has dado la toda la felicidad posible. Fuiste en todas las formas todo lo que cualquiera podría ser. No creo que dos personas pudieran haber sido más felices hasta que llegó esta terrible enfermedad. No puedo luchar más. Sé que estoy arruinando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y lo harás lo sé. Ves ni siquiera puedo escribir esto apropiadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que debo toda la felicidad de mi vida a vos. Has sido completamente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decir que - todo el mundo lo sabe. Si alguien hubiera podido salvarme, habrías sido vos. Todo se ha ido de mí menos la seguridad de tu bondad. No puedo seguir arruinando tu vida.
No creo que dos personas podrían haber sido más felices de lo que fuimos nosotros.
V. "
- la mente de una genio...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)