(En realidad, tienen un orden, pero se lo saqué. Está desordenado. No es difícil, no tan ambiguo, pero siempre se es ambiguo cuando no es la mente de uno)
.lo publico o no, lo publico o no? espero que salga con colores.
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Y ahora sí saldría con él. Sólo para hacerme mierda un poco. Sexo barato, físico. ¿A quién le importa? ¿Quién se va a enterar? Con él siempre fue eso, así que ninguna sorpresa por ahí. Y no es ninguna sorpresa para mí buscar salidas patéticas e inútiles para evitar lo que me pasa. Un circulo vicioso tan (¡tan!) fácil. Para discapacitados, reservado, único, hecho para. De esperarse.
Ni siquiera un llamado. Una conversación donde me lea tristemente patética y pobre y perdida, y listo. Mío. Suya... Ida. De nadie. Para nadie. Es como dejar de existir. Momentos y decisiones que, claramente, no son mías. Son de alguien más que usa, abusa, de mi cuerpo y voz, y juega con mi mente, con mis recuerdos... Los usa como fotos ajenas de una publicidad... Son recuerdos falsos, creados para ese momento. Y los manipula de cierta forma que dejo de existir. Mi existencia no es mía. Es de esa persona que tiene sexo con alguna f1gurita repetida (porque son todos los mismo, representan y sirven el mismo fin [Todos sirven al As] )
Pero no me violaron. Si dejo de decir boludeces por un momento, es claro, que siempre soy yo. Nunca fui otra. Es mi cuerpo, son mis dobles palabras tergiversadas vilmente por mi misma boca, mis mismo labios. No me violaron. Yo misma me violo continuamente. Yo violo a los demás. Con palabras.
Pobres palabras... Tan ingenuas. Vienen en mi rescate, pero nunca son las que deberían y nunca van como deberían ir. Nunca en el correcto orden (3;13;9;103). Siempre tan desordenadas, tan impertinentes e impacientes. Siempre tan filantrópicas... Tan fácil usarlas, convencerlas de lo que no es. Demasiado buenas, demasiado heroicas... Existen en un interminable cuento de hadas infantil...
Pero las palabras son mortales de cuarta, como cualquiera de nosotros. Y como cualquiera de nosotros, marchitan, sin florecer.
Todo es tan fácil. Todo es tan simple. Todo es tan mentira. Tan irreal. Nada es lo que es, por más que lo sea. Y nadie entiende nada. Y nada parte de un nadie... Ergo, debería ser imposible. Una paradoja.
S I N F I N -
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