El sólo pensar la idea cansa. ¿No? Amenaza de exhaustante. Y, realmente, ¿lo valdría? Claro que nada es para siempre. Mucho menos la respuesta. También parecería claro que el "claro que nada es para siempre" sí es para siempre. ¿pero entonces todas las cosas son efímeras como el respiro? La humanidad no parecería efímera... Bueno, sí, técnicamente la humanidad es un suspiro en la historia del universo... Pero ¿qué nos importa eso a nosotros? ¿Nos afecta que seamos un suspiro en la vida del universo? A mí me importa que yo sea efímera, y tenga sólo cosas efímeras. Cuando quiero tener eternidades en mi mano. En mi mente, y en mí. Quiero que mis experiencias sean eternas. Pero no. No quiero ser eterna. Pero sí quiero saber lo que es la eternidad.

¿No me siento, acaso, eterna en mis más plenas emociones? ¿No soy eterna en el dolor más profundo e inexplicable? ¿No me da eternidades el amor más vigoroso? ¿No vuelven una y otra vez el amor y el dolor? ¿O hay más dolor que amor? Ciertamente, el dolor parece más eterno y profundo que el amor... Ah, éstas pasiones humanas. Éstos inútiles y bárbaros in-trascendentalismos. ¿Qué importa? ¿A quién le importa? Si mañana me muero. Y desaparezco,
como la arena, en el tiempo
.
.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario