-Hola.(...) Sí. (-)
Nada más. Nada más para decir. O nada más que querer decir. Que es lo mismo, realmente. Sí, las palabras nunca alcanzan realmente para hablar. Pero todo el mundo sabe eso. Seguimos hablando porque no importa; hablamos para crear un puente de aire que nos miente diciendo que tenemos un vínculo real.
Pero las palabras mienten.
Y todo el mundo sabe eso.